GDT: análisis de octubre

Es cierto que la demanda se ha retraído afectando los precios a la baja. Sin embargo, la caída no ha sido peor dado que la oferta mundial de leche sigue estando restringida. Es improbable que se vea un desempeño positivo en los próximos seis meses en ninguna de las principales zonas exportadoras.

Entrando en detalles de la demanda, ésta aún “no se ha dado vuelta”. En lo que va del año (hasta agosto) las importaciones mundiales de lácteos han disminuido. Leche fresca cayó 140.772 toneladas (-6%); leche en polvo cayó 447.632 toneladas (-13%); Yogurt y leches fermentadas cayeron 85.700 toneladas (-16%); suero cayó 86.343 toneladas (-7%); manteca aumentó 9.023 (+1%); y quesos disminuyó 100.221 (-5%).

La demanda de determinados países se ha comportado a la baja: China, Sri Lanka, Bangladesh y Este de Europa. Sin embargo, otros países están balanceando con mayor demanda: norte de África, Medio Oriente, Norte América, Sudeste Asiático y también de Europa.

La situación macroeconómica internacional está dominando el espectro mundial y afectando en todos los ámbitos de lo económico, social y político. La inflación y el aumento del tipo de cambio son dos de los fenómenos nada despreciables en la actualidad.

Según análisis de la Bolsa de Valores de Nueva Zelanda y una recorrida por los principales analistas de mercado internacional se espera que para los próximos meses la balanza se incline hacia la demanda. Empieza a sentirse la necesidad de importar más lácteos, dada la disminución de los stocks que hace unos meses seguían acumulados por incremento significativo del comercio en 2021. Hay cierto consenso de que en medio de la turbulencia mundial, si bien el sector lácteo va a verse impactado, lo será menos que otros.

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